Countdown: 08 - El principio del fin

Un día parecido a ayer, sólo que he vuelto a casa más tarde. Por la tarde he estado por aquí. Esta noche ha habido una despedida en la estación de tren y cena en el centro. El tiempo se me está pasando muy deprisa. Algunos se van de viaje a Noruega, pero lamentablemente no puedo ir. Y tampoco sé si un viaje a última hora es lo que más me conviene, además de que saldría caro... (Excusas que me doy a mí mismo, en realidad me gustaría ir).

Tengo que encontrar antes del domingo un sitio donde alojarme del 1 al 4 de junio, porque los sinvergüenzas que alquilan los pisos me hacen pagar el mes entero aunque sólo esté cuatro días. Me lo dijeron así, como quien dice buenos días. Como no me da la gana de pagar, me mudaré de inquilino a otro piso.
Otra de las normas estúpidas es que no puedes dejar nada nada en el piso, me cobran 30 euros por cada cosa que encuentren de más. Y es estúpido porque cada nuevo inquilino va a tener que comprar: Un nuevo cable para internet, una lámpara de mesa, un microondas... y no sé, muchas cosas así que podrían quedarse sin problema! Y también pequeñas cosas como sal, azúcar, champú, folios...


Bueno, que me estoy enrrollando con bobadas. Una de las entradas que pensaba poner y que se va a quedar atrás es la similitud entre el finés y el élfico. Concretamente, el Quenya.
En este enlace hay un análisis de las dos lenguas sacando los parecidos. Está parcialmente traducido aquí. Lo cierto es que sí suenan parecido, sólo que el finés es más rudo (comparando con lo que hablan en las películas, claro).
Habiendo estado aquí, sólo hay que leer los versos del anillo:
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Korma turien te, korma tuvien,

korma tultien te, heinesse nutien

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Jaja, suena tan finés!

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